Yo también soy joven, pero, ¿qué es eso de perspectiva de juventudes?

Alguna vez te has preguntado: ¿qué es ser jóven? o ¿ser jóven es una cuestión de actitud, de edad o solo un invento de esta sociedad moderna? o quizá hayamos escuchado las distintas concepciones que existen sobre las juventudes, por ejemplo, que es una etapa de transición que nos forma para la vida adulta y de este momento depende nuestro futuro; también nos han dicho que la región, América Latina y El Caribe (ALC), se encuentra con el mejor bono demográfico siendo una mayoría en la población; o solo es una etapa de la vida llena de problemas porque no sabemos lo que queremos y representamos problemas como el consumo de sustancias psicoactivas, embarazos tempranos, delincuencia y hasta la reproducción de la pobreza; por último, también nos han dicho que somos el futuro o la esperanza de la humanidad, lo que además implica resolver todo lo que la sociedad antes hizo mal.

El Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) dice que ser jóven es “el periodo de vida de una persona que se ubica entre la infancia y la adultez […] no obstante, también tiene que ver con un conjunto de características tan heterogéneas que sería imposible enlistarlas”[1] y, aunque existen variados conceptos de la juventud, debemos reconocer que estos también están marcados por características específicas como la edad como revisaremos a continuación.

Ser joven cambiará según el contexto histórico, político, cultural y económico específico que estemos viviendo. Por ejemplo en la Ley del IMJUVE (que, como dato curioso, fue creada en 1999 y da nacimiento a dicho instituto) entre otras cosas nos dice que la edad para juventudes en México se marca de 12 a los 29 años, muy similar a la de otros países en ALC, por ejemplo en Guatemala donde el rango de edad es de 13 a 30 años[2] o Argentina de 15 a 29[3] años, pero es diferente para Costa Rica con un rango de 15 a 35 años[4] al igual que en República Dominicana[5]; con ello podemos ver que las juventudes no somos vistas de la misma forma, pero también podemos reconocer que dentro de esos rangos de edad pasamos por diversas situaciones donde no es igual tener 12 años, ser adolescente y vivir en Chiapas o tener 26 y vivir en Tamaulipas, sin duda no enfrentamos los mismos contextos y tampoco tenemos las mismas oportunidades ni necesidades.

Las diferencias en los rangos de edad y los contextos, marcan los conceptos, visiones y políticas públicas diseñadas para las juventudes, es decir, si por el contexto específico se piensa que ser una persona joven es hasta los 35 años, implica reconocer que a esta edad podríamos acceder a una vida independiente y digna, entonces se nos acompaña con acciones que impulsen nuestro desarrollo educativo o de empleo hasta esa edad, por otro lado, si se considera que a los 29 años hemos alcanzado independencia puede que las políticas públicas nos acompañen menos tiempo.

De esta forma, es importante recordar que no hay una sola forma de ser joven, somos diversas en contextos y necesidades, por lo que no se puede esperar que seamos leídas con los mismos ojos; por lo anterior, sabemos que la mirada sobre las juventudes debe ser transversal en todos los espacios. En este sentido, desde los movimientos de juventudes hemos desarrollado herramientas y mecanismos que nos han permitido participar en la creación de leyes, programas, etc.; por ejemplo, la perspectiva de juventudes, de la cual se profundizará a continuación.

¿Qué es la perspectiva de juventudes?

Al día de hoy existe poca bibliografía sobre la perspectiva de juventudes y no hay una definición universal de lo que implica, sin embargo, hay algunas propuestas que incorporan elementos importantes para las juventudes; por ejemplo, para el Instituto Mexicano de las Juventudes (IMJUVE) es:

La visión práctica y metodológica que permite identificar, desarrollar y fomentar prácticas sociales y mecanismos jurídicos e institucionales que garanticen que las y los jóvenes sean reconocidos como sujetos de derecho con capacidad de agencia y libertad para el pleno desarrollo de su proyecto de vida, considerando sus preocupaciones y expectativas en un marco que propicie el respeto, inclusión y tolerancia hacia su diversidad y la reducción sistemática de las desigualdades que históricamente han enfrentado, para así alcanzar su bienestar integral, facilitar sus transiciones en el curso de vida y promover su participación efectiva como parte sustantiva del devenir nacional.[6]

Otro ejemplo sería la definición del Fondo para Jóvenes de Centroamérica y México, en donde se establece que:

La perspectiva que busca romper los moldes de lo que supone ser una persona joven, reconociéndonos como personas activas y sujetas de derecho, lo que implica que nuestros derechos deben ser reconocidos, respetados y garantizados en todo momento, integrando también el enfoque de género, pues reconoce que hombres, mujeres y otras expresiones de género tienen igual reconocimiento y garantía de derechos y oportunidades.[7]

De esta forma, ambas definiciones implican el reconocimiento de las juventudes como personas sujetas de derecho, los cuales deben ser garantizados y respetados en todos los ámbitos y cuyas necesidades deben ser atendidas para erradicar las brechas sistémicas que históricamente nos han afectado. En este sentido, desde Elige Red, consideramos que la perspectiva de juventudes es importante porque es una herramienta analítica que tiene en el centro a las personas jóvenes como sujetas de derechos con capacidad de decisión y autonomía progresiva en cada uno de los ámbitos de su vida, especialmente en el ámbito relacionado con su sexualidad; no obstante, también reconocemos que debe aplicarse una perspectiva interseccional para atender a las necesidades y contextos específicos de las juventudes.

Las juventudes nos enfrentamos a una serie de violencias estructurales y estigmas que limitan el acceso a nuestros derechos humanos, como el acceso a un trabajo con buenas condiciones o a la participación política; dichas violencias y estigmas son creados por un sistema de opresión llamado “adultocentrismo”[8], este mismo sistema nos ha dejado fuera, como juventudes, de la construcción de muchos espacios sociales y políticos y también ha hecho que la perspectiva de juventudes no sea tomada en cuenta y que, por el contrario, se sigan fomentando prácticas discriminatorias hacia los espacios creados desde las juventudes.

Por lo que también consideramos que la aplicación de la perspectiva de juventudes es necesaria para la creación y ejecución de planes, programas, leyes, proyectos y otros instrumentos provenientes de instituciones gubernamentales y no gubernamentales a nivel local, nacional, regional e internacional. Y, aunque lo anterior es una demanda recurrente desde las juventudes, no es lo único que necesitamos para nuestro desarrollo en condiciones dignas, también es necesario que las juventudes podamos participar plena y abiertamente en la creación de esos instrumentos para que nuestras necesidades y demandas sean tomadas en cuenta.

Conclusiones

En conclusión, aunque no haya una definición universal sobre lo que es ser una persona joven, sabemos que las juventudes somos diversas en toda la región en cuanto a nuestra composición etaria y a nuestros contextos; sin embargo, desde Elige consideramos la importancia de reconocernos como personas jóvenes, como sujetas de derechos y como sujetas políticas capaces de transformar nuestros entornos, aceptando que no podemos ser responsables de todos los cambios futuros y que no a todas las juventudes les interesa la participación política oficial, ésta entendida de forma amplia y no solo en la estructura partidista.

Por otro lado, también reconocemos que la perspectiva de juventudes es una herramienta que nos puede ayudar a participar en procesos políticos, pero sólo si es transversal y reconoce nuestra participación activa en el mismo. Lejos de ser una situación de “discriminación” hacia las personas adultas, aplicar la perspectiva de juventudes y tomarlas en cuenta para la creación de espacios políticos, sociales y económicos es una necesidad para atender la deuda histórica de las juventudes que hemos sido ignoradas a lo largo de la historia.

Referencias

  1. Gobierno de México. “¿Qué es ser joven?”. Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE). https://www.gob.mx/imjuve/articulos/que-es-ser-joven.

  2. Gobierno de Guatemala, “Plan Operativo Anual 2020”, Consejo Nacional de la Juventud, https://conjuve.gob.gt/ley/10/5/5_2.pdf.

  3. Gobierno de Argentina, “Dispocision 2/2022”, Instituto Nacional de Juventudes Argentina, https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/disposici%C3%B3n-2-2022-360617/texto.

  4. Gobierno de Costa Rica, “Ley General de la Persona Jóven”, Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica, https://pridena.ucr.ac.cr/wp-content/uploads/2018/04/Ley-8261-Ley-General-de-la-Persona-Joven.pdf.

  5. Gobierno de República Dominicana, “Ley General de Juventudes”, Congreso Nacional en nombre de la Republica Dominicana, https://juventud.gob.do/wp-content/uploads/2020/07/Ley-general-de-juventud-49-00-ministerio-de-la-juventud-republica-dominicana.pdf.

  6. Gobierno de México, “Hacia una perspectiva de juventud”, Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/484348/Hacia_una_Perspectiva_de_Juventud.pdf.

  7. Fondo Camy, “Agenda Nacional de Juventudes 2020”, Fondo Camy. https://jsaludintegral.org/wp-content/uploads/2021/02/AgendaNacionalJuventudes-2020.pdf.

  8. Concepto que refiere a la supremacía de las personas adultas sobre las infancias, adolescencias y/o juventudes.

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